YA EN LA SALA OCASO...Mi Patria eres tú
Mi patria tiene dos piernas
para usarlas de frontera,
tras la escultural barrera
yo me encuentro confinado
rumiando de lado a lado
sobre su rubia pradera.
Mi patria tiene su canto
en mi corazón guardado,
por su hermosura bañado
miles de dulces sonidos
van quedando en mis oídos
por su boca bautizados.
Mi patria tiene su fuero
envuelto en bello dorado,
es un sabroso bocado,
una caricia del cielo,
un beso, un santo consuelo,
un complejo destrozado.
En mi patria no hay banderas,
cuando su pasión me azota
vehemente cual patriota
le quito sus siete velos
dejando todo mi celo
sobre su carne devota.
Mi patria no tiene escudo
para este que habla y relata,
con audacia de pirata
penetro en sus humedales
acogedores hostales
envueltos en pan de plata.
Mi patria tiene una flor
símbolo de amanecer,
la guardo en mi neceser,
es mi remoto secreto
revelándose discreto
cómo un nombre de mujer.
Juan E. Uceda
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Mi Patria eres tú
YA EN LA SALA OCASO...Mi Patria eres tú
Mi patria tiene dos piernas
para usarlas de frontera,
tras la escultural barrera
yo me encuentro confinado
rumiando de lado a lado
sobre su rubia pradera.
Mi patria tiene su canto
en mi corazón guardado,
por su hermosura bañado
miles de dulces sonidos
van quedando en mis oídos
por su boca bautizados.
Mi patria tiene su fuero
envuelto en bello dorado,
es un sabroso bocado,
una caricia del cielo,
un beso, un santo consuelo,
un complejo destrozado.
En mi patria no hay banderas,
cuando su pasión me azota
vehemente cual patriota
le quito sus siete velos
dejando todo mi celo
sobre su carne devota.
Mi patria no tiene escudo
para este que habla y relata,
con audacia de pirata
penetro en sus humedales
acogedores hostales
envueltos en pan de plata.
Mi patria tiene una flor
símbolo de amanecer,
la guardo en mi neceser,
es mi remoto secreto
revelándose discreto
cómo un nombre de mujer.
Juan E. Uceda