YA EN LA SALA FRIA... EL Encuentro
Se encasquilló la pistola
que venía a hacerme daño,
otra vez más como antaño
me ayudó mi hada madrina,
otras veces asesina,
esta vez fue mi oro en paño.
Marcada en su piel de plástico
se marchó con la señal
de mi avezado puñal,
hasta que muerto el olvido,
vencido y desasistido
te busqué en el barrizal,
abrazado por el hambre
y en hábil desaprender
hasta tu lado volver
con las alas empapadas
de páginas atrasadas
de amores a medio hacer.
Juan E. Uceda
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El Encuentro
YA EN LA SALA FRIA... EL Encuentro
Se encasquilló la pistola
que venía a hacerme daño,
otra vez más como antaño
me ayudó mi hada madrina,
otras veces asesina,
esta vez fue mi oro en paño.
Marcada en su piel de plástico
se marchó con la señal
de mi avezado puñal,
hasta que muerto el olvido,
vencido y desasistido
te busqué en el barrizal,
abrazado por el hambre
y en hábil desaprender
hasta tu lado volver
con las alas empapadas
de páginas atrasadas
de amores a medio hacer.
Juan E. Uceda